Historia de Sage

Sage es un espacio que nace de la vulnerabilidad, el autodescubrimiento y el profundo deseo de llegar a más mujeres. 

Me llamo Ema, y todo comenzó con una experiencia personal que me llevó a darme cuenta de cuán desconectada estaba de mi propia sexualidad. Durante mucho tiempo no disfrutaba el sexo por mí, sino que estaba enfocada únicamente en buscar el placer del otro. El sexo era algo que “tenía” que hacer bien, pero ¿para quién? ¿Para qué?

El turning point llegó tras una experiencia con la persona con la que estaba saliendo que me dejó sacudida y me hizo preguntarme: "¿Por qué me sigo poniendo en estas situaciones?"

No era la primera vez que me ponía en una posición que diera pie a la agresión, pero sí la última.

Este cuestionamiento me llevó a una búsqueda genuina de conexión conmigo misma en la que comencé a abrirme y explorar mis miedos, inseguridades y deseos. 

Ahí descubrí que el placer es un derecho que me pertenece, no un favor que otorgar.

¿Cuántas otras mujeres estarían ahí afuera en la misma situación? Fue la pregunta que lo cambió todo. 

Hablé con decenas de mujeres, y lo que encontré fue revelador: Muchas de nosotras vivimos atrapadas en el silencio y el tabú. Sage nació de esa necesidad de tener a alguien con quien hablar, alguien que escuche sin juzgar y, sobre todo, que ofrezca información honesta, verídica y útil. Quiero que Sage sea ese espacio seguro donde puedas explorar, aprender y, especialmente, conocerte mejor.

Este no es solo un recurso; es un puente hacia el diálogo abierto sobre la sexualidad femenina, un lugar donde puedes encontrar apoyo genuino. Mi misión es que cada mujer que visite este espacio se sienta acompañada y empoderada para explorar su propia sexualidad sin necesidad de atravesar un punto de quiebre doloroso.

Te invito a que te atrevas a conocerte, a liberarte de las dudas y a construir una relación más auténtica con tu sexualidad. 

Sage está aquí, lista para acompañarte en cada paso de este emocionante, aunque a veces complicado, viaje.